El Caribe: verdadera caldera del diablo
El narcotráfico se apoderada de los paraísos tropicales
En este automóvil se encontró muerto ayer en Jardines de Berwind, Río Piedras, a Kevin Santiago Meléndez, primer asesinado en la Isla en el 2010.
Las islas caribeñas que luchan contra el crimen producto del narcotráfico tuvieron en el 2009 uno de sus años más sangrientos, con Jamaica, Bahamas y Puerto Rico rompiendo o llegando cerca de los récords históricos de homicidios.
La violencia refleja el profundo arraigo que tiene el narcotráfico en paraísos turísticos que a la vez son usados por traficantes como puntos de trasbordo de la droga que es transportada desde Suramérica hacia Europa y Estados Unidos y en los que las altas tasas de asesinatos se han convertido en un hecho cotidiano.
Bahamas tuvo este año una marca de 82 asesinatos. Los funcionarios dicen que están lidiando con pandillas rivales muy violentas.
“Estoy hablando de adolescentes, que en vez de discutir con argumentos, se arman de cuchillos y (las diferencias) llegan a ese nivel”, dijo Tommy Turnquest, Ministro de Seguridad Nacional de Bahamas, un archipiélago de cerca de 300,000 habitantes.
Puerto Rico tuvo este año el tercer año más violento de la historia, con 894 personas asesinadas.
La Policía de Jamaica, que, con 2.7 millones de habitantes es la nación caribeña con el mayor índice de asesinatos, dijo que la isla tuvo cerca de 1,660 homicidios en el 2009, cerca del récord de 1,674, establecido en el 2005.
Trinidad y Tobago, de 1.2 millones, registró al menos 489 asesinatos, menos que los 538 del 2008. Aun así, fue el segundo peor año de su historia.
Contrasta con una reducción en los crímenes violentos en Estados Unidos, donde, El FBI dijo que los homicidios bajaron en 10% a mitad del 2009.
Mientras, el tráfico de drogas podría intensificarse en el Caribe. Con Washington enfocando sus esfuerzos antidrogas en la frontera con México (donde los asesinatos relacionados con el trasiego de drogas también han aumentado) se espera que los traficantes comiencen a enviar más drogas a través del Caribe.
“Si no se atiende el problema ahora, los traficantes continuarán expandiendo sus operaciones a través de la región”, dijo Julissa Reynoso, una funcionaria del Departamento de Estado de Estados Unidos, a un comité del Congreso el mes pasado.
La administración del presidente Barack Obama ha solicitado al Congreso $45 millones para ayudar a las islas del Caribe a contrarrestar cualquier efecto secundario que tenga en la región la violencia en México.
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