Por Yahoo! Noticias | Blog de Noticias – mié, 15 jun 2011
Por: Néstor Parrondo
El spam, o correo electrónico no deseado, es una molestia con la que tenemos que convivir. Los filtros de nuestro proveedor de correo electrónico impiden que este tipo de publicidad inunde nuestras bandejas de entrada. Es una forma de controlarlo, pero un reciente estudio de la Universidad de California (Estados Unidos) se ha descubierto cuál es la forma definitiva de acabar con él, para siempre.
Los científicos a cargo del estudio utilizaron una metodología curiosa, cuanto menos. Durante un periodo de tres meses, se dedicaron a comprar todos los productos que les ofrecían a través de estos molestos correos: medicamentos, juguetes para adultos, relojes de imitación, hierbas "mágicas"... Para pagar todas estas compras, utilizaron una misma tarjeta de crédito. Según explica un artículo del New York Times, los investigadores realizaron 120 compras, gastaron miles de dólares y recibieron billones de mails.
Cuando recibieron las facturas, descubrieron una cosa: tan solo tres entidades financieras realizaban los cobros del 95 por ciento de las compras. Lo que quiere decir que estas empresas, situadas enDinamarca, Azerbaiyán y en la Isla Nieves (Antillas) controlan todo el aspecto financiero de las empresas que crean los spam. Si algún organismo pidiera a estos bancos que dejaran de prestar este servicio, como se ha hecho con bancos a los que se les ha pedido que congelen las cuentas de grupos terroristas, seguramente el spam desaparecería, ya que las empresas que venden estos productos se quedarían sin ingresos.
Spam, un problema con difícil solución
El spam supone el 90 por ciento de los correos electrónicos que se envían en el planeta, y encontrar el origen de esta "ciberbasura" hasta ahora ha sido una tarea imposible: las computadoras y las cuentas de correo desde las que se envían suelen estar "zombificados". Esto quiere decir que han sido secuestrados por hackers que se suelen esconder detrás de varios proxys, para no ser identificados, y que hacen un uso fraudulento de ellos, sin que los legítimos dueños sean ni conscientes ni culpables de nada. Es decir, esas cuentas de correo y esas computadoras son utilizadas como si fueran títeres, y los verdaderos culpables siempre son muy cuidadosos a la hora de esconderse.
El obligar a estas entidades financieras a que paren de prestar sus servicios a las empresas piratas, podría ser una buena solución a este ingente problema.
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